Personal Review 01: Gustavo Cerati - Fuerza Natural

Personal Review

Cerati, Colores y Fuerzas Naturales.
Por: Marsupial (Personal Review acerca del disco "Fuerza Natural" de Gustavo Cerati)

No me sorprende que Cerati nuevamente nos sorprenda con su música, con ropa nueva y sonidos viejos, haciéndolos pasar por actuales.

A diferencia de músicos cuyas obras se repiten una y otra vez, Cerati se atreve a retroceder, avanzar y detenerse a mirar por instantes, episodios musicales remotos, trayendo a nuevas interpretaciones, extractos, aromas y sabores de viejos temas, con sonidos particularmente nuevos.

Desde la naturalidad y desnudez del desierto, el álbum Fuerza Natural trae sonidos nuevos, llenos de entusiasmo y también contemplación. Entre lo artificial, lo pop, lo nómade y los sonidos de anteayer, logra cautivar en forma extraña en un disco que al oírlo por primera vez impacta y no encaja, pensando en un post Ahí Vamos; más al tocarlo nuevamente, es simplemente genial.
No es fácil hacer sonar bonito el idioma español, no obstante Cerati se atreve a incluso descompaginar melodías y frases, que por cierto generan un sentido en la canción. Después de la rebeldía de Ahí Vamos, llega con una fuerza desde la naturaleza y de la soberbia de poder hacer lo que quiere hacer, y seguir haciéndolo por cierto.

El notable nuevo uso de madera en sus melodías, no le impide ocupar el plástico sintetizado sonoro que brindan los tecno transmisores. Peaks muy altos de sonido como lo es “Rapto”, y profundidad mística como lo es “Fuerza Natural” o “Magia”. Un vaivén entre lo de ayer, arriesgarse a lo nuevo e incluir la fuerza que no controla el ser humano. Pequeños recuerdos de sonidos guardados y que ya son clásicos, asoman la nariz en esta nueva línea sonora. Bastante eco, imágenes del desierto y de la gran ciudad. Sonidos que escapan y se dirigen hacia la naturaleza de la soledad, de lo que está en todos lados.

Siguiendo los colores de la naturaleza, Cerati nos muestra su orden cósmico, en donde al parecer el próximo trabajo será blanco. Parte con un amarillo, un amor de un color lleno de energía. Sigue con una etapa de meditación y contemplación, azul, definitivamente nos llega una bocanada, que más parece la mirada atonía ante el cierre de una etapa de grandes emociones. Se renueva con el naranja y rojo, aterrizando un siempre es hoy en donde nos muestra una explosión de usos de instrumentos, sonidos elaborados y tecnológicos. Aparece luego su etapa rebelde en donde el negro asoma como una negación al tiempo y a envejecer, recordando el punk y rock en bruto. En la etapa verde, reconoce el valor y la innegable fuerza natural de nuestra condición humana, asumiéndose como vulnerable al tiempo, más no deja de sorprender.

Para esto no hubo un plan. Se perdió en el viaje y nunca se sintió tan bien, el descubrimiento musical que hace uno cada vez que avanza en una canción. Desde la melodía original, la incorporación de otros instrumentos y montar la letra, suele ser a veces distinto el resultado a lo que uno esperaba en un principio. Las expectativas nos generan limitantes a la hora de crear. Sin expectativas se es más libre. Esta canción ya se escribió.

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Muchas gracias por esta crítica.
Excelente aporte.
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